lunes, 5 de junio de 2017

PROYECTO TARJETAS DE NAVIDAD

Decidimos comenzar una iniciativa que con-sitia en el envió de de postales de navidad a institutos seleccionados de la zona y la residencia de ancianos de Rioseco.

Las tarjetas eran compradas y rellanadas posteriormente por los alumnos  a los demás instituto felicitándoles las pascuas, Recibimos respuesta de 5 centros diferentes dándonos energía para continuar esta propuesta durante mas tiempo
PROYECTO RECOGIDA DE ALIMENTOS

Los alumnos realizamos una campaña de recogida de diferentes alimentos no perecederos a principios de curso.
Primero compramos alimentos de muestra en un establecimiento cercano,tales como leche para bebes,legumbres,azúcar ,pasta,arroz,legumbres y aceite. Colocamos estos alimentos en la entrada para que todo el mundo pudiera acercarse y colaborar, tuvimos buena acogida y los alimentos llegaron a personas que lo necesitaban.



Los alumnos de primero de bachiller de religión queremos presentaros los proyectos durante el curso y esperamos con ilusión que sirvan de antecedente e inspiración para otros grupos.





domingo, 4 de enero de 2015

Carta a los Reyes Magos


Escuchaba estos días pasados, en la radio, que una niña había escrito en su carta a los Reyes Magos, y les pedía un plato de macarrones con tomate. Busqué algo más de información en Internet y encontré un par de puntos que me parecieron muy interesantes. El primero es que una empresa de publicidad ha aprovechado para hacer un anuncio sobre tomando la idea. El segundo, hablando de la madre de la niña que decía que “…si escribiera una carta a los Reyes Magos les pediría un trabajo…”

En otra línea, me mandaron por el anuncio de una gran superficie que a mí no me gusta nada, pero su anuncio me ha gustado. Primero les piden a unos niños que escriban su carta a los Reyes Magos. Después otra a sus padres. Cuando la terminan, les ponen en un aprieto y les preguntan que si sólo pudiera enviar una de las dos, cuál elegirían. Y al final, les dan las cartas a los padres y ellos las leen. Me llama la atención cómo lo inmaterial que se pide, gana a lo material.

Por eso este año me he decidido a escribir yo también mi carta a los Reyes Magos, queriendo destacar que, independientemente de lo que sabemos o de lo que creemos saber, de nuestra edad, de que la vida real es como es… nosotros somos o podemos ser los Reyes Magos de las personas que nos rodean. Que no nos falte la alegría, la ilusión, la esperanza… Si ya no somos niños, que en estos días aprendamos mucho de ellos.

 



Queridos Reyes Magos:

Espero que estéis bien. Yo estoy bien, gracias a Dios. Y mi familia, bueno, ya sabéis, este año también nos han pasado cosas.

Yo creo que este año he sido bueno. Ahora no se me ocurre ningún ejemplo en concreto que poneros como ejemplo, pero seguro que algo bueno he hecho en todo un año. Sé que he ayudado a algunas personas, que he estado cerca de gente que lo estaba pasando mal, que he buscado la manera de hacer un mundo un poquito mejor que el año anterior. Y cosas por el estilo. Por eso os escribo esta carta, como cada año, para pediros unos regalos.

Me gustaría, como primer regalo, un móvil. El que tengo ahora se está escacharrando por momentos. No lo quiero sólo para mí, también es para los demás. Para mis familiares y amigos, para que sepan que estoy ahí para ayudarles cuando me necesiten. Para que mi WhatsApp reciba y envíe buenas noticias, portadoras de risa y de alegría. Hay veces que me viene muy bien la aplicación del GPS. ¿Qué os voy a contar a vosotros que usasteis el primer GPS de la historia? Como sois Magos, no hace falta que os diga marca y modelo.

Como segundo regalo, me gustaría pediros unos juegos de mesa. Uno es el de dados que me enseño Ana y otro de tarjetas que vi en un catálogo. Como sois Magos, no hace falta que escriba los nombres. Los pido para que los familiares y los amigos vengan a mi casa a jugar. O para que lo lleve a las suyas y jugando, nos riamos, disfrutemos, ejercitemos la mente…

Como tercer regalo, os quería pedir una novia. No hace falta que me la traigáis el mismo día 6 y envuelta en papel de regalo (pero si lo queréis hacer así, genial). Puede llegar a lo largo del año. Como sois Magos, ya sabéis quién es la chica que me gusta. Ella también lo sabe. Pero no tiene tan claro que mi amor sea un regalo para ella. Vosotros hicísteis un largo viaje, quisísteis tener buena compañía y os juntásteis. Por eso, como la vida también es un viaje largo, también me gustaría ser y gozar de esa buena compañía. Vosotros sabéis que el amor es el mayor de los regalos.

Para mí todo esto es importante, pero no tanto como lo que os quiero pedir ahora. Esto sí que quiero que lo tengáis muy en cuenta. Os pido que no falte trabajo, ni a mí, ni a mis hermanos, ni a los jóvenes, no a los padres de mis alumnos… Os pido que nunca nos falte la esperanza. Cuando se nos complique la vida, las coas se tuerzan, el cielo se ponga gris… que no nos olvidemos que el cielo volverá a ser azul. Os pido ilusión, como el que cree en vosotros, para no cansarme de levantarme cada mañana y hacer cosas nuevas cada día; para ser ilusión también para quien la ha perdido. Os pido alegría, la de verdad, la que no explota en un momento y desaparece; sino la que se manifiesta en una constante y leve sonrisa.

Creo no hay tarea más hermosa que colaborar con vosotros, llevando ilusión, alegría y esperanza con vuestro trabajo. Cuando queráis, si me llamaís,…contáis conmigo.

Un saludo a vuestras esposas:

Jesús
 

viernes, 2 de enero de 2015

La alegría de empezar


Aprovechaba estas vacaciones para ordenar, colocar, tirar papeles en casa… y me encontré con uno, escrito no sé hace cuanto tiempo, en el que había recogido una serie de propósitos para un tiempo nuevo: cambiar de estado, empezar un curso, empezar un año…. Mientras queramos hacer distintas las cosas, hay esperanza en que se pueden mejorar, porque hay que querer hacer las cosas mejor, no conformarse con lo que ya hemos conseguido y seguir soñando. Por si acaso le pueden valer a alguien, las voy a compartir.

Quiero hacer una apuesta por la alegría, aunque alguna vez me encontraré con alguna persona que me lo ponga algo difícil.

Quiero llorar, pero sólo de alegría.

Quiero recibir sólo buenas noticias y cuando no sean buenas, descubrir en ellas, lo que puedan enseñarme

Quiero ser feliz por lo que tengo y he conseguido y no infeliz por lo que me falta o la vida no ha querido regalarme, aunque para mí sea vitalmente importante.

Quiero despertar cada día con ganas infinitas de vivir y esperar optimista a todo lo que el día tenga que depararme.

Quiero confiar y tener fe, aunque no tenga razones ni esperanza para confiar ni tener fe.

Quiero que nada durante este tiempo me haga perder la alegría.

Quiero descubrir que yo soy más importante que lo malo que pueda pasarme.

Quiero encontrar una razón para vivir, pero si no la encuentro, esperaré un día más hasta encontrarla.

Quiero confiar en que hay una persona en este mundo para quien yo soy tan importante como ella lo es para mí, aunque todavía no nos conozcamos.

Quiero ser feliz aunque alguna noche no tenga ni una sola razón para serlo. Ser feliz con lo que tengo., dando gracias por lo mucho que tengo y no maldiciendo lo poco que me falta. Quiero ser feliz aunque a veces los esfuerzos no se corresponden con los resultados.

Quiero ser feliz porque me lo merezco.

La lista es imperfecta e incompleta, pero puede ser un esbozo de algo mejor.
La alegría de empezar un nuevo año, aunque luego las cosas se tuerzan o se pongan duras, es parte de la vida. Porque seguro que todavía hay muchas cosas que descubrir, que aprender, por las que asombrarse… Que no falte, eso sí, la gente con la que compartir la vida: la familia, los amigos… Por que a pesar de que la vida no sea como nos gustaría que fuera, puede ser interesante vivir y descubrir algo  de lo que nos ha tocado.

jueves, 25 de diciembre de 2014

“Qué poco me gusta la Navidad”


Oía esta frase en la radio ayer por la mañana y me hizo pensar durante un buen rato. Estaban hablando de un centro de indigentes en la capital y de cómo pasarían estas fechas. También es habitual oír esta o alguna similar en las conversaciones de estos días. Supongo que no a todos nos tiene que gustar. Pero tal vez lo que sucede es que la frase no expresa bien del todo lo que se quiere expresar. Nadie dice expresiones del tipo: “No me gusta que Dios se haya hecho hombre”, o “Que Dios se haya encarnado”, o “Que haya nacido un niño al que llamaron Jesús”…  No estamos hablando de lo mismo.

Lo que no nos gustan no son las Navidades, son otras cosas. Por ejemplo, que todos echamos de menos a un familiar que ya no está con nosotros. Y a otro le echamos de más… Además, a ver si por echar de menos a los que no están, nos olvidamos de los que todavía están…

Lo que no nos gusta no son las Navidades, sino que seguimos teniendo problemas y nos cuesta ser felices, que estamos solos, que hemos puesto el corazón en personas que nos ha fallado. O peor aún, en cosas.

Qué poco nos gustan las Navidades cuando las familias se han roto, cuando ha habido violencia, gritos e insultos; cuando hay gente que se cree superior a los demás; cuando una torpe e inadecuada palabra, nuestro orgullo y nuestra soberbia, hacen que no pidamos perdón, alejando así más a las personas; cuando las mentiras, las envidias y el egoísmo han entrado en nuestras casas… Qué poco nos gusta la Navidad cuando nos encontramos con lo contrario a ella, en vez de fomentar lo que verdaderamente es.

No nos gustan tanto las Navidades si no hay niños pequeños en nuestras casas, contagiándonos de su energía, de su ilusión, de su alegría…

Mucha gente que se dedica a felicitar la Navidad, ¿sabe lo que esto significa verdaderamente? Tampoco es muy lógico el laicista mensaje Felices Fiestas. Sin Navidad, ni hay fiesta ni hay auténtica felicidad.

Para mí las Navidades ya no volverán a ser como cuando de niño iba a casa de mis abuelos, con ellos, mis tíos, mis primos, mis padres y mis hermanos. Pero hoy en día tengo que hacer que sean especiales para mis sobrinas y mi madre.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Felicitar la Navidad


 
Ahora, aprovechando las maravillas de las nuevas tecnologías, podemos felicitar la Navidad al momento. Si queremos hacerlo, no se tarda nada en escribir dos palabras y en enviarlas por WhatsApp. Y por si esto fuera poco, además, el cambio al color azul, nos informa de que la persona lo ha recibido. También hay dibujos que imitan las postales tradicionales. Algunas felicitaciones se envían por correo electrónico. Las hay que se mueven, que tienen música, que tienen humor…

La postal “tradicional” está en desuso. Hay que comprarla, pensar bien el texto que quieres escribir, escribirlo, escribir la dirección en la parte delantera del sobre, escribir la dirección del remitente en la parte posterior, comprar el sello, ponerlo en la parte superior del sobre encima de la dirección, ir hasta correos o un buzón y mandarla. Aunque el proceso es más largo, merece la pena. De alguna manera, estás demostrando, aunque no haga falta, que te tomas un rato por esa persona, que te importa ese tiempo, ese esfuerzo, ese dinero… esa persona…

El año pasado los alumnos de 1º de Bach de Medina de Rioseco del IES Campos y Torozos, mandamos unas cuantas postales para felicitar a los compañeros de otros institutos. Este año lo hemos hecho también desde el IES Santo Tomás de Aquino, de Íscar. Esta puede ser una actividad que nos ayude a unirnos entre nosotros, colegios e institutos, públicos con concertados, la ciudad con la provincia… y proclamando además algo tan hermoso como feliz Navidad.

Decir feliz Navidad es reconocer que confías en el poder de la debilidad de un niño recién nacido. Es anunciar que todavía podemos esperar que el mundo sea un poco mejor y más justo. Que todo tiene un sentido que estamos buscando. Que ninguna lágrima quedará sin ser enjuagada y todo dolor se tornará en alegría.

Significa que si Dios se ha hecho hombre nosotros tenemos que ser mejores hombres, mejores personas. Si Dios se ha hecho hombre, está con nosotros, entre nosotros, no es un ser ajeno, lejano y extraño.

Que digamos feliz Navidad, a la cara, por correo electrónico o por WhatsApp, que lo importante es que lo digamos a cuantas más personas mejor. Y si nos animamos a escribir alguna y mandarla por correo, pues bien también. Porque hay tradiciones que deberíamos de mantener.