lunes, 16 de septiembre de 2013

Seguimos profundizando

El curso pasado recibimos una invitación del Parlamento Universal de la Juventud para participar en unas jornadas sobre pedagogía. Nos ofrecieron hacer una pequeña ponencia y los alumnos de Santo Tomás, se animaron a prepararla, aunque después no pudimos viajar a Madrid para exponerla. A mí el texto me parece interesante para seguir reflexionando sobre esta asignatura; teniendo en cuenta además que las reflexiones han sido elaboradas por los alumnos mayores.
Aquí va el texto:
Queridos amigos del Parlamento Universal de la Juventud
                Somos los alumnos de 4º de la E.S.O y 1º de BACH de la asignatura de Religión y Moral Católica del I.E.S. Santo Tomás de Aquino, de Íscar, Valladolid.
                En primer lugar, queremos agradeceros la invitación que el PUJ, sobre todo en la persona de Cristina Díaz, nos ha hecho para participar mediante esta ponencia en el marco de las VIII Jornadas Fernando Rielo de Pedagogía. En segundo lugar, queremos disculpar nuestra ausencia, pero compromisos como los exámenes han impedido nuestra presencia.
                En el debate, la reflexión y el trabajo que hemos realizado, con los materiales que hemos empleado, hemos querido enfocar nuestro planteamiento a lo que creemos que aporta una asignatura como Religión en las instituciones de enseñanza pública.
                A menudo encontramos noticias en prensa, foros de internet, comentarios de amigos… mil fuentes distintas de las que se vierten otros tantos comentarios sobre la religión en general o la asignatura en particular. No siempre estos comentarios son tan acertados como debería. Muchos creen saber cosas sobre religión, pero no siempre se habla con el conocimiento y el respeto que para otras cosas sí se exigen.
                La premisa de la que partimos es que los alumnos que cursamos esta asignatura consideramos que ésta tiene una serie de elementos positivos, que ayudan a la persona, que la construye, la dignifica, la cuestiona preguntas profundas… Consideramos por lo tanto que existe un prejuicio o un desconocimiento por una parte de la sociedad que repudiando la asignatura aboga por su desaparición en el ámbito de la educación pública. Queremos explicar lo que esta asignatura nos aporta a nosotros y lo que creemos que aportaría también a otros alumnos.
                Seguramente que de todo lo que digamos se podrán poner uno o mil ejemplos contrarios. Aún así, esta propuesta es lo que queremos, lo que deseamos, lo que podemos pedir. Durante la primera etapa de nuestra vida y tal y como funciona hoy nuestra cultura, tenemos que conocer y relacionarnos con muchas personas que tienen una encomienda importantísima: educarnos y enseñarnos. Los maestros y los profesores tienen esa tarea encomendada por la sociedad y por los padres. Pero todas las personas con las que nos relacionamos a lo largo de toda la vida nos influyen en mayor o menos medida, seamos o no conscientes, para bien o para mal. Y nosotros también terminaremos influyendo en muchísimas personas. Cada día hay muchas situaciones que nos afectan. Y si sumamos días, meses, años… Todos podemos citar profesores buenos por algo que nos aportaron: un gesto que tuvieron, una palabra en un momento delicado… o profesores que nos hicieron daño, que no supieron hacernos amar la materia que ellos supuestamente amaban… No se pueden agrupar, ni generalizar. Si un profesor no siente lo que enseña es imposible que conecte con los alumnos y trasmita algo importante. Esa exigencia es mayor para el profesorado de Religión quien tiene que ganarse a los alumnos, a los compañeros, a los padres…
                Religión no es catequesis, aunque no hay nada malo en la catequesis. El profesor de religión no tiene por qué valorar si el alumno cree lo que enseña. Evalúa conocimientos, igual que los demás profesores. Religión no es catequesis, aunque puede dar pie a error compartir elementos, libros, contenidos…
                La asignatura de Religión habla de la vida, de temas que no siempre salen en otras asignaturas, de preguntas que no siempre podemos preguntar a otras personas, a otros profesores. En ocasiones vemos cómo lo que aprendemos de ciertas asignaturas parecen objetos que guardamos en un cajón que abrimos cuando lo necesitamos para algo. Religión no es algo que guardamos en ese cajón, nos acompaña en más momentos, está más presente, aunque no siempre seamos conscientes de ello, porque no siempre en fácil vivir lo que intuimos por la fe. No podemos dejar las creencias fuera del instituto, es una parte de nosotros mismos y es una parte importante.
                Religión nos habla de algo que percibimos llega a lo más profundo. No fomenta el odio contra otras personas u opciones. No ya solamente de personas de otras religiones, también de personas ateas o agnósticas. Si el mensaje que nos mostraran fuera otro habría algo que no nos encajaría.
                Queremos que la Religión sea buscadora constante e incansable de verdad, que podamos cuestionar todo en clase, que la autoridad del profesor no sea, porque no puede serlo, el argumento esgrimido sobre lo que haya que enseñar. Religión no tiene miedo de lo que la ciencia u otras materias aporten. Pero tampoco se pueden aceptar argumentar con lo que pasó hace siglos para desprestigiar la asignatura a día de hoy. Religión acepta y valora las aportaciones que recibe desde otras asignaturas.
                Queremos que Religión sea un diálogo abierto y respetuoso de la opinión que quiera aportar cada persona, escuchando la palabra de quien se ha preparado pudiendo plantear también nuevas reflexiones, giros, aportaciones de elementos que tal vez desconociendo hacen que tengamos una opinión distorsionada de la realidad. Religión no discrimina ningún tipo de ideas.
                Creemos que en la asignatura de Religión se nos habla de valores que nos forman como verdaderas personas, con retos que nos plantean mejorar, esforzarnos, procurar el bien para otros, los que tenemos cerca, ser solidarios, no juzgar, a seguir soñando que otro mundo es posible si vivimos y promocionamos los valores de los que aquí se nos hablan.
                Cierto es que hoy en día son muchos los que hablan de valores, que todos consideramos que vivimos esos valores. Pero no es cierto, por ejemplo, si encontramos quien recurre al insulto, a la descalificación, o se cierra al diálogo de quien opine diferente.
                Estamos convencidos de que lo que muchas veces se dice exigir es lo que hace que para algunos esto no merezca la pena vivirlo. Es más fácil en nuestra sociedad dejarse llevar.
                Creemos que el marco en el que se encuadra la obligación de los centros de ofertar la asignatura y la posibilidad de los padres de elegirla o rechazarla, respeta la libertad de los padres a la hora de elegir lo que ellos consideran lo mejor para sus hijos. Pero que también es cierto que en determinadas ocasiones no siempre se oferte en las condiciones que la ley marca. Y es fácil confundir o querer confundir que España no es un país laico sino aconfesional.  La cuestión importante de todo este asunto es que no sentimos ninguna imposición en que se nos ofrezca poder cursar esta asignatura, pero sí que la habría en quitarla. Es una propuesta más para nuestra vida.
                Creemos que Religión nos aporta conocimientos que tienen que ver con muchas de las otras asignaturas que nadie cuestiona. También nos llama la atención que comparando con otros países, estos temas están superados y no se pone en duda lo que el estudio de la Religión a porta.
                Aunque uno de los motivos de cursar la asignatura es la fe que tenemos, Religión no es sólo para creyentes ya que una persona que no lo sea puede seguir una clase, participar y hacer aportaciones que seguro que serán interesantes y enriquecedoras. En estas clases no se nos plantea compararnos con otras personas creyéndonos mejores que quien no la curse. Religión no nos hace creernos mejor que nadie; nos plantea que nos esforcemos por ser mejores que nosotros mismos.
                Otro motivo importante para promocionar el estudio de las religiones es la influencia que éstas han tenido en la historia, en el arte, en la filosofía, en la música, en la arquitectura… hace interesante lo que desde la asignatura se puede aportar al conocimiento. También vocabulario. Porque el lenguaje no es neutral, sin más y a veces podemos encontrar qué fácilmente se manipula con un lenguaje que utiliza unas palabras y les da otros significados distintos. Por ejemplo, hoy en día se dice laico con el significado de laicismo.
                Estamos dispuestos a escuchar propuestas para mejorar las clases de religión, valorando que todas las opiniones y creencias son respetables. Pero que para respetar algo hay que conocerlo y a veces encontramos quien critica la asignatura comentando su experiencia personal, cuando la sociedad era distinta y la manera de enseñar también. Decía un teólogo que había personas que hablaban de lo que habían aprendido de Dios cuando hicieron su primera (y última) comunión. Y que eso era tan ridículo como querer ponerse ese mismo día el traje que utilizaron en esa ceremonia.
                A Dios se le rinde culto en los templos, en las iglesias, en las sinagogas… Eso no hace que no se pueda estudiar el concepto de Dios, de quien plantea vías para demostrar su existencia o de quien le niega. Profundizando más para descubrir cómo fueron sus vidas o quién aportó más la humanidad. La fe no implica una irracionalidad sin más, no se trata de creer cualquier cosa. Frente a quienes no son capaces de respetar o de pensar que la experiencia de otros puede ser distinta a la suya; la fe es algo más razonable y razonada de lo que aparenta. Los ateos pueden tener referentes intelectuales. Los creyentes también. Los ateos pueden estar sometidos a falsos ídolos y creerse libres por no reconocer la existencia de un ser superior, creador, redentor o con otras características divinas de otras religiones.
                También es interesante analizar la labor humanitaria que realizan muchas personas con convicciones religiosas, que para otros pasan desapercibidas o son negadas. Esas personas son buenos ejemplos para nuestra sociedad y para nosotros. La labor de los misioneros en países tan lejanos y también hoy en día ante el actual panoramas de crisis que estamos viviendo. También se nos ponen ejemplos de personas, de santos y Papas que en tantas ocasiones, no tan lejanas algunas, han hecho grandes aportaciones hasta con sus pequeños gestos.
                Como conclusión final diremos que hay religiones que han sido muy perseguidas a la largo de la historia de la humanidad, se ha intentado acabar con ellas y no lo han conseguido. Ha habido personas que han pronosticado el fin de las religiones y no han acertado. Una de las características de los seres humanos son las creencias en Dios. No conocer elementos esenciales de las religiones se terminará volviendo en contra del hombre.
                Gracias por la atención prestada. Esperamos que nuestra reflexión os haya aportado algo.


lunes, 2 de septiembre de 2013

Palabras para mi padre.
El 20 de julio falleció mi padre.
Estas son las palabras que le dirigí en la acción de gracias en la eucaristía que tuvimos familiares y amigos:
Queremos darte las gracias en esta eucaristía, porque nosotros, a pesar del dolor, nosotros celebramos la vida. Porque lo peor de todo, a pesar del dolor y la tristeza, lo peor de todo, no es la muerte.
         Lo peor hubiera sido, no haber compartido y dado la vida. Los setenta y tres años de la vida de Jesús; los cuarenta y cinco años de casados, con sus momentos buenos y los malos; y los treinta y cuatro, treinta y ocho, cuarenta y dos y cuarenta y tres de sus hijos, aunque hay quien no sabe lo que esto significa.
         Lo peor de todo hubiera sido no ser tan querido por la familia, por sus hermanas, por sus sobrinos, por sus nietas, y por tantas personas que le fueron cercanas.
Lo peor hubiera sido no compartir la amistad de los amigos, las anécdotas, los chistes, las cartas, los buenos momentos en torno de una mesa… Gracias por los amigos con los que Jesús compartió tantos ratos divertidos y por los amigos que le siguieron viendo cuando empezó a estar enfermo.
         Por eso podemos darte gracias, por la vida, por el amor, por la familia, por la amistad…
         Porque después de todo hemos aprendido una hermosa lección y es que si Dios nos ha creado y nos ha creado por amor, entonces nos ha creado para siempre, porque el amor, el de verdad, es eterno.