domingo, 4 de enero de 2015

Carta a los Reyes Magos


Escuchaba estos días pasados, en la radio, que una niña había escrito en su carta a los Reyes Magos, y les pedía un plato de macarrones con tomate. Busqué algo más de información en Internet y encontré un par de puntos que me parecieron muy interesantes. El primero es que una empresa de publicidad ha aprovechado para hacer un anuncio sobre tomando la idea. El segundo, hablando de la madre de la niña que decía que “…si escribiera una carta a los Reyes Magos les pediría un trabajo…”

En otra línea, me mandaron por el anuncio de una gran superficie que a mí no me gusta nada, pero su anuncio me ha gustado. Primero les piden a unos niños que escriban su carta a los Reyes Magos. Después otra a sus padres. Cuando la terminan, les ponen en un aprieto y les preguntan que si sólo pudiera enviar una de las dos, cuál elegirían. Y al final, les dan las cartas a los padres y ellos las leen. Me llama la atención cómo lo inmaterial que se pide, gana a lo material.

Por eso este año me he decidido a escribir yo también mi carta a los Reyes Magos, queriendo destacar que, independientemente de lo que sabemos o de lo que creemos saber, de nuestra edad, de que la vida real es como es… nosotros somos o podemos ser los Reyes Magos de las personas que nos rodean. Que no nos falte la alegría, la ilusión, la esperanza… Si ya no somos niños, que en estos días aprendamos mucho de ellos.

 



Queridos Reyes Magos:

Espero que estéis bien. Yo estoy bien, gracias a Dios. Y mi familia, bueno, ya sabéis, este año también nos han pasado cosas.

Yo creo que este año he sido bueno. Ahora no se me ocurre ningún ejemplo en concreto que poneros como ejemplo, pero seguro que algo bueno he hecho en todo un año. Sé que he ayudado a algunas personas, que he estado cerca de gente que lo estaba pasando mal, que he buscado la manera de hacer un mundo un poquito mejor que el año anterior. Y cosas por el estilo. Por eso os escribo esta carta, como cada año, para pediros unos regalos.

Me gustaría, como primer regalo, un móvil. El que tengo ahora se está escacharrando por momentos. No lo quiero sólo para mí, también es para los demás. Para mis familiares y amigos, para que sepan que estoy ahí para ayudarles cuando me necesiten. Para que mi WhatsApp reciba y envíe buenas noticias, portadoras de risa y de alegría. Hay veces que me viene muy bien la aplicación del GPS. ¿Qué os voy a contar a vosotros que usasteis el primer GPS de la historia? Como sois Magos, no hace falta que os diga marca y modelo.

Como segundo regalo, me gustaría pediros unos juegos de mesa. Uno es el de dados que me enseño Ana y otro de tarjetas que vi en un catálogo. Como sois Magos, no hace falta que escriba los nombres. Los pido para que los familiares y los amigos vengan a mi casa a jugar. O para que lo lleve a las suyas y jugando, nos riamos, disfrutemos, ejercitemos la mente…

Como tercer regalo, os quería pedir una novia. No hace falta que me la traigáis el mismo día 6 y envuelta en papel de regalo (pero si lo queréis hacer así, genial). Puede llegar a lo largo del año. Como sois Magos, ya sabéis quién es la chica que me gusta. Ella también lo sabe. Pero no tiene tan claro que mi amor sea un regalo para ella. Vosotros hicísteis un largo viaje, quisísteis tener buena compañía y os juntásteis. Por eso, como la vida también es un viaje largo, también me gustaría ser y gozar de esa buena compañía. Vosotros sabéis que el amor es el mayor de los regalos.

Para mí todo esto es importante, pero no tanto como lo que os quiero pedir ahora. Esto sí que quiero que lo tengáis muy en cuenta. Os pido que no falte trabajo, ni a mí, ni a mis hermanos, ni a los jóvenes, no a los padres de mis alumnos… Os pido que nunca nos falte la esperanza. Cuando se nos complique la vida, las coas se tuerzan, el cielo se ponga gris… que no nos olvidemos que el cielo volverá a ser azul. Os pido ilusión, como el que cree en vosotros, para no cansarme de levantarme cada mañana y hacer cosas nuevas cada día; para ser ilusión también para quien la ha perdido. Os pido alegría, la de verdad, la que no explota en un momento y desaparece; sino la que se manifiesta en una constante y leve sonrisa.

Creo no hay tarea más hermosa que colaborar con vosotros, llevando ilusión, alegría y esperanza con vuestro trabajo. Cuando queráis, si me llamaís,…contáis conmigo.

Un saludo a vuestras esposas:

Jesús
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario