Palabras para mi padre.
El 20 de julio falleció mi padre. Estas son las palabras que le dirigí en la acción de gracias en la eucaristía que tuvimos familiares y amigos:
Queremos darte las gracias en esta
eucaristía, porque nosotros, a pesar del dolor, nosotros celebramos la vida.
Porque lo peor de todo, a pesar del dolor y la tristeza, lo peor de todo, no es
la muerte.
Lo peor hubiera
sido, no haber compartido y dado la vida. Los setenta y tres años de la vida de
Jesús; los cuarenta y cinco años de casados, con sus momentos buenos y los
malos; y los treinta y cuatro, treinta y ocho, cuarenta y dos y cuarenta y tres
de sus hijos, aunque hay quien no sabe lo que esto significa.
Lo peor de todo
hubiera sido no ser tan querido por la familia, por sus hermanas, por sus
sobrinos, por sus nietas, y por tantas personas que le fueron cercanas.
Lo peor hubiera sido no compartir la
amistad de los amigos, las anécdotas, los chistes, las cartas, los buenos
momentos en torno de una mesa… Gracias por los amigos con los que Jesús
compartió tantos ratos divertidos y por los amigos que le siguieron viendo
cuando empezó a estar enfermo.
Por eso podemos
darte gracias, por la vida, por el amor, por la familia, por la amistad…
Porque después
de todo hemos aprendido una hermosa lección y es que si Dios nos ha creado y
nos ha creado por amor, entonces nos ha creado para siempre, porque el amor, el
de verdad, es eterno.
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